Ayer tuve un sueño. Todos los héroes de mi infancia -Roberto Alcázar y Pedrín, El capitán Trueno (con sus inseparables Crispín y Goliat), El Jabato, ... El Guerrero del Antifaz-, unidos al grito de ¡Voto a bríos! se aprestaron a remediar la hecatombe que en mí había provocado la última frase que un politiquillo de boquita de piñón, había soltado a las bravas: “El PP está preparado para sacar a España de la crisis”. Y ¿por qué no lo hace? Aquí está pasando de todo y ellos, toda la política, sigue a lo suyo: que si has sido tú, que si yo tengo la culpa, que si un recortillo por aquí, que si añado algo por allí... y preparándose para seguir así, pase lo que pase y caiga quien caiga, durante años, siglos y qué se yo más.
Y en la próxima curva, elecciones, elecciones y elecciones. Ahora es cuando empiezan, entre pelea y pelea, engañillos y engañazos, a dorarnos la píldora y buscar de nuevo nuestra confianza para que los mismos, sean quienes sea, sigan haciendo lo mismo.
Pues para eso llegaron mis héroes... ¿y si hay unas elecciones y no votamos a nadie? ... ¡Voto a bríos!, o mejor eso, ¿y si ¡VOTO A BRÍOS!?... Personas, personas y personas que, como una sola, no votan a nadie, “Voto a bríos”. Un montón de gente que ya no tiene a quien votar y que ya no sabe para qué votar. “Voto a bríos”. Y una jornada electoral que pasará a la historia, ¡VOTO A BRÍOS!
PUES POR ESO, YO ¡VOTO A BRÍOS!
... Y TÚ?
¿... y para qué?, ¿qué se gana o se pierde con este ¡Voto a bríos!?. Pues nada, no se gana nada y no se pierde nada. Ellos, los que sí ganan y sí pierden, van a seguir haciendo lo mismo, pero al menos no lo harán conmigo, ¡VOTO A BRÍOS!. Además, ¿no os pica la curiosidad ver qué cara les quedaría si un tal “Voto a bríos” les saca los colores en las elecciones? Sólo de pensarlo se me riza el bigote.